jueves, 10 de marzo de 2016

Me debato entre irme y quedarme escondida en lo más opaco de tu rostro. Estoy saturada de mi misma, de mi soledad cíclica, de esta piel y este cuerpo sobrecalentado; me siento asqueada de mis propias palabras y del espejo cínico, me canse de la cara siempre maquillada que me sonríe con sarcasmo; me siento solo cuando tomo con el dedo meñique mis lagrimas y las introduzco en mi boca para saborearme y me molesto cuando lloro tan descontrolada que no me da tiempo para hacerlo bien. De tanto sonreír me han salido arrugas y de tanto reír sin ganas me quede sin  voz; cada mañana despierto con la traquea un poquito más cerrada, la saliva seca porque he vuelto a babear al dormir, porque he vuelto a hablar dormida, porque me niego a hablar sola con los ojos abiertos, porque estoy sola, por qué estoy sola. El dolor de la mandíbula me recuerda que aprieto los dientes cuando extraño y me acuesto en la habitación azul y me imagino que se mancha de rojo y me imagino amores falsos y me imagino historias nuevas. Introduzco poquito a poquito nuevos personajes y cuento con los dedos antes de obsesionarme, el olor a nuevo siempre es refrescante, acumulo memorias, me analizo, analizo a los personajes, a los viejos, a los nuevos. Ven. Tú también. Vengan todos puedo compartirles mis memorias, siempre estoy aquí. Los cumplidos no significan nada, sigo tapando los espejos cuando salgo desnuda del baño, la falsa admiración.

martes, 1 de marzo de 2016

Yo te cree, te cree en miles de noches en las que esperaba que volvieras a dedicarme un poquito de tu tiempo, te cree desde las sombras con poquita información, te di el beneficio de la duda varios pares de veces para poder dejarte entrar con cegada confianza. 
Yo te cree, construí esa necesidad que me quedo tan fuerte de tenerte a mi lado. 
Tome pinceles y marcadores y madera y martillos y muchas paredes blancas y nos cree. 
Me sumergí en el cuento de princesas y dragones y te di un lápiz para que escribieras conmigo. 
Yo te cree, yo me cree a tu lado, yo nos cree. 
Y ahora debo destruirte, destruirme, destruirnos. 
Estoy sentada frente a mi obra maestra con todas las maquinas demoledoras que me dejaste.
Pensé que te gustaba el caos pero no te quedas a ayudarme con este. 

lunes, 29 de febrero de 2016




Me siento. Te busco, constante. La constancia nunca ha sido mi mejor amiga.  Planifico. Busco entre los pliegues de mis rodillas la paciencia que creo pise un día. Escondo el calendario, tapo los relojes. Te vuelvo a buscar.
Espero. 
Trato de desechar todos los pensamientos que me recuerdan todo el tiempo que ha pasado. El tiempo perdido no existe, me repito.   
Pido que vengas a pesar de saber que no lo harás.
Te sigo esperando.


viernes, 26 de febrero de 2016

Después de tantas explosiones conseguiste lograrlo. Me enseñaste a llorar. Sentada, sin recibir el llanto de sorpresa, con pleno consentimiento de que vendrá. Puede que sea frente a todos, en el aula llena con el profesor en frente. Puede ser en la cama en medio de una risa. Puede ser sentada en la plaza de humanidades. Puede ser en la noche mientras duermo o a mitad de una sesión de masturbación. Sé que llegará, tarde o temprano vendrá y lo recibo en calma. Me quedo mirando un punto ciego y dejo que mi tristeza salga en forma de agua. Sin ninguna mueca ni retorcimientos, sin agarrarme las manos presionándome el pecho, sin hundirme en el colchón viejo sofocando los gemidos de mi garganta. Y me quedo así, por unos minutos, unas cuantas lagrimas y vuelvo. Tomo fuerza, respiro y te alejo de mi mente solo un rato para repetir más tarde. Ya llorar no me hincha como antes, si me vieras estarías orgullosa, ya no necesitarías ofrecerme un vaso con agua para calmar mis gestos retorcidos y mi pecho contraído por no poder respirar gracias a mi nariz tapada hasta más no poder. Solo destapo un poco y así consigo continuar mi día como si no tuviera ganas de quedarme en una esquina como un niño pequeño lleno de mocos mientes patalea, queriendo que te sientes a calmarme a acunarme entre tus brazos y decirme que todo ha sido un error y que decides volver. Pero no pasara, así que solo aprendo a llorar, aprendo a comportarme y aprendo a que nadie se de cuenta, nadie, ni siquiera las puntas de mis dedos que siempre han notado cuando me lleno del dolor que me produce el ya no tenerte. Soy fuerte ves? Me has abandonado pero yo sigo aquí.

jueves, 11 de febrero de 2016

Yo sí me quedo, me quedo aquí en el mismo asiento del cine que ocupe la primera vez que me invitaste a salir, aquí en el mueble negro de tu sala, me quedo como tantas veces te advertí que haría. Seguramente ese es el problema, me quedo y no consigo manera de irme, me quedo y espero que te quedes pero ya mudaste y quemaste todas tus pieles que presenciaron la mía; me dejaste llena de huellas y desechaste todo mi rastro de tus ropas, te cambiaste de nariz quinientas veces para ya jamas recordar mi aroma; se te olvido ya lo que me decías siempre, se te olvido que me prometiste no olvidarme. Ahora soy parte de los descuidados pedazos de personas que andan por ahí en tu habitación sin dueño mientras yo tengo tu recuerdo acomodadito en la almohada a mi lado. Se te hizo tan sencillo dejarme con mil preguntas en los labios, acariciarme las pupilas y marcharte, se te hizo tan sencillo ser egoísta y abrazarte a tus miedos y protegerte de mí al mismo tiempo que me escupías veneno. Ten un poquito de compasión por este pedazo en el suelo, recógeme con cariño, ponme entre tus senos y déjame dormir ahí hasta que deje de doler, cuéntame todas las noches la historia de como dejaste de quererme, ya verás que al fin un día despertaras y yo ya no estaré.

viernes, 5 de febrero de 2016

Me voy acercando lento, trato que no lo notes, que a penas percibas mis intenciones para que no me detengas en seco y me digas que artistas como tú no trabajan con pintura tan fresca como la mía, para que no me digas "baby, estos son juegos de adulto" ni temas profanar mi inocencia.
Créeme que soy más apariencia que nada, dame la oportunidad de sentarme en tu regazo y mientras me cuentas un cuento me desnudare al ritmo del piano.
Yo te daré un amor torpe y tierno, como cuando usabas uniforme y espiabas debajo de las faldas de tus compañeras; de esos que ansían hasta el primer roce y que después de mucho camino transitado entre risas y timidez logra a penas un besito cerca de la comisura de los labios. Te prometo que haré que valga la pena la espera. Jugaré a llenarte de deseo sutilmente, que un día te despiertes y mientras sonríes de ternura con algún comentario mío te encuentres con que incosientemente has hecho toda una porno a mi nombre, te sonrojaras cuando me veas, tendrás miedo de que te lea el deseo en las pupilas.
Si esperas, si esperas solo un poquito y me dejas entrar en tu cama escucharas mis confesiones a las 5 de la mañana, desnuda entre la cobija, te diré "me he tocado pensando en ti", te diré "no podía quitarme de la mente que me cantarás mientras me hacías tener un orgasmo". Verás como uso con pena palabras de carácter sexual, como después de horas de darnos placer me esconderé ruborizada al saber que me estás mirando.
Cariño, no tengas miedo, te juro que podrás decirme baby aún después de verme ser mujer. Te prometo que no perderé a mi niña interior, que no madurare en cuestión de horas. Yo seguiré siendo tu baby y tú seguirás siendo una artista demasiado grande para trabajar con mi pintura. Solo déjame actuar como agua para que limpies tus manos en mí, prometo seguir pura.

martes, 27 de octubre de 2015



Cada noche antes de dormir me sentaba a escribirme un guion
Cada mañana al despertar me lo repetía hasta aprendermelo
Cada día lo aplicaba hasta que en el atardecer me lo creía
Así me fui inventando
A veces perdía el control de mis creaciones
A veces decidía crearme demasiados guiones para la semana y mi cerebro se saturaba
La realidad, en definitiva, no me complace pero de un tiempo para acá los guiones dejaron de ser buenos
Tuve una charla conmigo
La idealización constante en una realidad tan violenta no calza adecuadamente, esto de inventarme un mundo y vivir en él mientras el mundo real me toca el hombro no funciona
Me he mirado en el espejo sin hundirme en los surcos de mis parpados ni tropezarme con los bultos de mi tabique, me he mirado y ya, sin más profundidades; he dejado que mis labios dejen escapar aire para callar los agitados pensamientos y he contemplado como a cada temblar de mis rodillas se caía el mundo que duro años en crearse
He olvidado como se camina sin tener cada paso calculado
Ya no sé como hacer que algo me llame la atención sin que mi mente me lo adorne primero
He durado tanto tiempo volando que mis pies están sensibles
Y la parte más difícil es lograr recuperar mi concentración
Pero he hablado muy seriamente conmigo
Darle un matiz diferente a la vida ya se volvió la costumbre
Este papel que comenzó siendo como un cambio de rutina ahora es mi bolita de confort
Ya es momento de romperla un poco
"eres lo hermoso de la cotidianidad" me dijeron una tarde
A.